Existen muchas razones para montar un negocio. Existen razones válidas para hacerlo, como excusas lo suficientemente creativas para no intentarlo. Todo es cuestión de cómo lo analices.
Si estás leyendo este artículo, lo más probable es que lleves algún tiempo considerando la posibilidad de montar un negocio, o has querido aprender como iniciar un negocio y convertirte en emprendedor.
Lo más seguro es que, cada vez que lo discutes con tus amigos o familiares, escuchas cientos de razones para no crear tu empresa; como que es muy riesgoso, que te vas a endeudar, dejarás de dormir bien, perderás tu vida social, y así, la lista puede seguir y parecer infinita.
Sin embargo, y a pesar de tanta incertidumbre que te rodea, la idea de montar un negocio sigue metida en tu cabeza.
A pesar del riesgo, montar un negocio es una muy buena idea:
Las excusas, o esas creencias que te han impedido lanzarte en tu nueva aventura, han venido limitando el crecimiento de tu vida. Y estas excusas no son más que el resultado de tu miedo.
Todos hemos sentido miedo, y es normal. Está bien sentir miedo cuando queremos darle un cambio tan grande a nuestra vida, es más, sería raro no sentirlo. Lo que no puedes permitir es que el miedo te paralice y evite que te muevas hacia eso que quieres.
Es más, creo que el miedo es algo necesario ya que este nos mantiene alerta y nos permite vivir nuevas experiencias. Así que siéntelo, pero no te quedes con él.
Con base en esto, queremos compartir contigo una serie de excusas que te han impedido montar un negocio.
Con seguridad que luego de conocerlas y analizarlas, estas se convertirán en razones para emprender.
1. No tengo dinero:
Estas es una de las excusas más comunes para no montar un negocio propio. No obstante, el dinero se convierte en un aspecto secundario cuando se tiene una idea lo suficientemente buena y una extraordinaria capacidad de ejecución.
En caso de que te preocupe mucho el tema del capital, existen muchas maneras de montar un negocio sin realizar grandes inversiones; puedes hacer pruebas con tu producto, servicio y clientes.
No es ningún secreto que grandes sumas de inversión te pueden hacer crecer más rápido, sin embargo, esto no es esencial para comenzar.
2. Tengo una familia que mantener:
Si bien el emprendimiento es un salto de fe, el cual implica una transición de dejar la seguridad de un salario a pasar a desconocer tu próximo pago, esto no significa que sea una decisión a la ligera.
Te debes preparar tanto mental como financieramente para montar un negocio propio, y esto implica que aprendas cómo ahorrar dinero y garantices tu supervivencia por los próximos meses.
3. No tengo ningún contacto:
¿Quién nació conociendo a los contactos necesarios? Nadie ¿Quién, antes de ser emprendedor, sabía acerca del medio y los negocios? Muy pocos. Al igual que otros aspectos en la vida, la única forma de aprender es haciéndolo, practicando.
Estoy convencido que si llevas tantos años trabajando en una empresa, debes conocer a más de un contacto y sabes a quien acudir cada vez que necesites un favor en específico.
4. No es el momento indicado:
Si lo piensas, nunca es un buen momento para renunciar al trabajo y salir de tu zona de confort. Entonces, si nunca encontrarás el momento indicado, ¿por qué no empezar ahora mismo?
Existe una gran cantidad de emprendedores exitosos que ejecutaron su idea de negocio en los menos indicados en la historia, incluso en el peor momento de sus vidas.
Por ejemplo, Microsoft fue fundado en 1975 cerca al final de la recesión y posteriormente reincorporada en 1981, cuando la crisis de 1980 apenas comenzaba.
5. Debo tener un plan de negocios estructurado:
¿Son realmente útiles los interminables planes de negocios? Algo simple que plantee tu visión, misión y tu estrategia comercial, con algunos datos y métricas que indiquen cómo estás midiendo tu negocio, es suficiente para empezar.
Existen muchos emprendedores que se quedan estancados pensando, diseñando y corrigiendo complejos planes de negocios, como si esto fuera un requisito para construir negocios rentables.
Si realmente quieres montar un negocio exitoso enfócate en probar, corregir y medir antes de invertir demasiado dinero en tu negocio.
Define un plan de negocios conciso de dos o tres páginas y luego dedícate a ejecutar, no te quedes pensando en un plan de negocio por meses, quedándote en la parálisis por tanto análisis.
6. No tengo lo que se necesita para emprender:
Nunca vas a estar lo suficientemente preparado para montar un negocio. No obstante, si quieres convertirte en un emprendedor exitoso no solo necesitas ser inteligente, también debes aprovechar las oportunidades, creer en lo que estás haciendo y trabajar de manera inteligente.
En pocas palabras, cuando crees en lo que estás haciendo, eres disciplinado, y estás en capacidad de probar tu idea de negocio, las probabilidades de éxito de tu negocio se incrementan sustancialmente.
Así que empieza hoy, para convertirte en emprendedor se requiere de ciertas habilidades y conocimientos que solo se adquieren con la práctica.
7. Estoy muy viejo, o estoy muy joven:
Los jóvenes se justifican con la falta de experiencia, la falta de dinero y búsqueda de nuevas experiencias; los viejos porque tienen una familia que mantener, ya no tienen esa chispa, sumado a su creencia que el emprendimiento solo es apto para los jóvenes.
Existe una gran cantidad de personajes exitosos que triunfaron sin importar su edad, de hecho, su experiencia y sabiduría son activos muy importantes que pueden aprovechar al momento de montar un negocio.
La edad no es un impedimento para emprender, el verdadero limitante es tu mentalidad frente a esta decisión, y esto solo se cambia cuando tomas la decisión de intentarlo.
8. La relación entre libertad y responsabilidad:
Como emprendedor se experimenta una emoción incomparable de libertad, y no solo para tomar decisiones propias, sino de trabajar a tu ritmo y encontrar tu punto máximo de rendimiento; al fin de cuentas, si te equivocas no habrá quien esté ahí para corregirte o sancionarte.
Comparar esto con un empleo, donde los horarios de trabajo y el pago ya están establecidos, y la flexibilidad brilla por su ausencia, dará la respuesta de porqué la libertad es una de las mayores atracciones del ser emprendedor.
La decisión de montar un negocio también viene acompañada del beneficio de no tener un jefe. Esto se traduce en olvidarte de los reportes a superiores y dejar las discusiones con tus jefes con quienes no siempre se está de acuerdo.
Finalmente ser tu propio jefe significa que no estarás limitado por las obligaciones de un superior ni limitado por un espacio de oficina. A la hora de crear tu empresa podrás trabajar donde y cuando quieras, bien sea desde el sofá de tu casa o desde tu playa favorita.
9. La satisfacción de los resultados:
El dinero que se gana emprendiendo es, en su totalidad, conseguido gracias a tu esfuerzo y trabajo. Cada dólar que generas es el resultado de tu dedicación y tiempo. Este sentimiento es difícilmente comparable con un ascenso o una bonificación en tu empleo.
Cuando emprendes un negocio exitoso a partir de cero, la satisfacción que sientes es inimaginable: tuviste una visión, una idea y lograste ejecutarla a pesar de las dificultades.
Hoy puedes decir: “yo hice esto…”
10. Algunos riesgos del emprendimiento:
No todo es color de rosa, también existen los riesgos que incrementan las probabilidades de fracasar. A continuación, te listamos tres riesgos (de muchos otros) que se corren cuando deciden montar un negocio:
- El riesgo de perder el dinero invertido a causa de malas acciones y decisiones.
- Existe el riesgo de no trabajar lo suficientemente duro, lo que puede acabar con tu negocio. Recuerda que cuando decides crear tu empresa no se puede aflojar como lo harías en tu empleo, en el que independientemente de tu rendimiento, te llegará el sueldo.
- No hay seguro médico ni vacaciones pagas; así que si deseas estos tendrás que obtenerlos con esfuerzo y trabajo duro.