Mientras algunos buscan preparación académica como maestrías o especializaciones para crear sus empresas y sentirse expertos emprendedores, otros simplemente llevan a cabo sus ideas trabajando en silencio.
En resumidas cuentas se arriesgan sin pensar si están o no preparados, porque en definitiva nunca es buen momento para emprender, recuerda:
“La gente exitosa empieza antes de sentirse preparada.”
Richard Branson.
En el arduo camino que hasta ahora comienzo a recorrer como emprendedor, he detectado algunas señales de por qué crear una empresa puede ser más enriquecedor, tanto personal como profesionalmente, que hacer una maestría en tu país o en el exterior. Aquí te las presento:
1. Sentirse listo vs. Empezar antes de sentirse preparado:
La gente exitosa empieza antes de sentirse preparada, ¡qué gran verdad! Puedes hacer un carrera universitaria, especialización, maestría, doctorado y hasta un pos doctorado (gran cosa!) en emprendimiento y nunca vas a sentir que estás listo para empezar. ¿Suena familiar, no?
Muchas personas pasan sus vidas preparándose, esperando que llegue el momento adecuado; y luego, pasados los años empiezan a sentir que les falta juventud para emprender…aparecen excusas como: se debe pagar renta, servicios, comprar comida, y suplir otras obligaciones, ¡así no se puede poner en juego el salario!
¡Empieza ya!, no le des más vueltas. Como dice mi tía: “No puedes lavar los platos de la cena en el desayuno”, no te preocupes por los desafíos que no han llegado o que tal vez nunca lleguen, emprende y vive el día a día.
2. Dinero para estudiar vs. Capital de trabajo para empezar tu negocio:
No nos digamos mentiras, si quieres estudiar en una universidad de alta calidad ya sea en tu país o en el exterior, vas a tener que pagar una gran cantidad de dinero: si tus padres te ayudan, ¡que Dios se apiade de ellos!.
Por el contrario, si planeas financiar tus estudios, deberás comprometer tu futuro económico por unos cuantos años, ya que en promedio, una maestría cuesta entre 25 y 30mil dólares.
Aparte del capital, deberás pagar una gran suma en intereses y luego pensar en qué empresa vas a montar. Es un poco ilógico, pero simplemente es mi opinión.
Si usas esos 25 ó 30mil dólares como capital de trabajo, si bien tendrás deudas por pagar, tu dinero se irá multiplicando con el tiempo, incrementando así el capital de trabajo, tus ingresos y tu patrimonio. Adicional, habrás ganado algunos años de experiencia como emprendedor, mientras otros todavía estudian.
3. Conocimiento adquirido en la academia vs. La experiencia haciendo negocios reales:
Estudiar para aprobar un examen puede ser algo que demande neuronas, tiempo y dedicación. Algunos no son tan dedicados y solo aplicando la lógica logran una buena nota.
¿Dé qué más se trata la academia, aparte de aprobar exámenes y sacar las mejores notas?
Estudias demasiado para aprender la teoría, pero sales al mundo real y ves que el contenido se ha desactualizado, el mundo cambia cada día y de nuevo, no te sientes preparado.
Cuando se comienza, bien sea desde cero o con alguna ayuda, pero reconociendo que en el camino se aprende, las cosas están a tu favor, tu mente se abre al conocimiento y detecta cada persona u oportunidad que pueda ser de gran ayuda.
A medida que progresa tu negocio te irás convirtiendo en un experto en tu campo y verás que el aprendizaje como emprendedor va a un ritmo acelerado, incomparable con el de la academia.
Tu negocio vive en tu cabeza 24/7, mientras ¿cuántas horas pasas en el campus tratando de resolver casos desactualizados o que no son de tu interés?, piénsalo.
4. Contactos académicos vs. Contactos empresariales:
Son pocas las relaciones que perduran una vez terminas tus estudios universitarios y algunas de ellas no son tan productivas, amigos que te quedan para fiestas y/o diversión…¿te suena?
Si logras mantener contacto con profesores, te pueden ayudar, pero están tan comprometidos con la academia que sus intereses pueden diferir de los tuyo
Cuando comienzas tu negocio vas a estar en contacto permanente con otros emprendedores o empresarios, puedes hacer alianzas y por qué no, emprender nuevos negocios donde puedas aportar tu conocimiento.
5. Necesito aprender la estrategia del negocio vs. Aprender del error:
Una facultad de Administración y Negocios te enseñará todas las estrategias existentes, incluso, tendrás malas notas si no puedes acordarte de todas, pero la realidad es que el conocimiento tiene valor cuando es aplicable.
Aprender del error, aunque duela (y cueste dinero), no se olvida. Por ello, te garantizo que no vas a repetirlo.
Para ser honestos, el emprendedor es un ser hambriento de conocimiento, y no por querer acumular diplomas, sino por el afán de aplicar a su realidad todo lo aprendido.
Fuente: Emprendiendo Historias